Cada vez es más común escuchar hablar de no-code o low-code y es importante entender porque debemos prestarle atención.
Primero separemos las aguas, low-code no es lo mismo que no-code.
En la categoría low-code yo puedo construir aplicaciones con muy poco código, desde una visión descriptiva y parametrizando, pero debo de tener un poco de conocimiento de programación y de base de datos.
En el caso de no-code no debo tener conocimientos de programación, todo es parametrización y usualmente está enfocado en soluciones puntuales.
Zappier, Elementor, AIrtable son ejemplos de No-code.
GeneXus, Outsystem, Salesforce están en la categoría de los low-code.
¿Porqué debemos prestarles atención?
Según Forrester en el 2022 las empresas van a invertir 22 billones de dólares en esta clase de tecnología y según Gartner para el 204 el 65% de las aplicaciones a construir en el mundo van a ser utilizando low-code. Eso es mucho.
Un nuevo nicho implica oportunidad, la oportunidad de posicionarnos en ser referentes en esta clase de tecnología que promete ser disruptiva con respecto a la forma en que se construyen aplicaciones a nivel mundial.
Aún estamos a tiempo de entrar en un nicho que es desconocido por muchos y que promete que tendrá un enorme crecimiento en los próximos años.
No dejemos pasar esta oportunidad!